Cómo conservar zumos y smoothies

Aprender a conservar zumos y smoothies naturales es un auténtico salvavidas para cuando no tienes mucho tiempo y no quieres acudir a los zumos industriales. En este artículo veremos cómo aprovechar las frutas de temporada para preparar bebidas saludables que podrás almacenar para cuando más las necesites, sin renunciar al mejor sabor y calidad.

 

Preservar las cualidades del zumo natural

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El proceso de hacer zumo implica alterar la estructura original de la fruta, al romper sus paredes celulares. En ese momento se pone en marcha un proceso de oxidación y deterioro del sabor que hace que el zumo pierda rápidamente sus propiedades. Los azúcares de la pulpa de la fruta y los aceites que contiene su piel, además de dar al zumo su característico sabor, son también los protagonistas de la oxidación y la destrucción de aromas.

Esa oxidación, que se manifiesta en el típico color marrón que adquiere la fruta cortada y también algunos zumos, es el síntoma más visible de la pérdida de propiedades, y no es más que un mecanismo de defensa de las plantas para prevenir infecciones.

Aunque este color marrón aparece a los pocos minutos de exprimir el zumo, nunca lo encontraremos en las bebidas de elaboración industrial. Esto se debe a los tratamientos que se aplican a estos zumos, muchas veces añadiendo azúcares o vitaminas que se pierden en el proceso de fabricación.

Sin embargo, es posible disfrutar de un zumo natural elaborado por ti mismo que mantenga sus propiedades sin necesidad de aditivos, como veremos a continuación.

 

Consejos básicos para la conservación de zumos

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Aunque después entraremos más en detalle en técnicas concretas como la pasteurización, hay determinados consejos que podemos tener en cuenta siempre que hagamos zumos y que permiten que podamos conservarlos hasta tres días en la nevera en buenas condiciones:

  •      Utiliza fruta de temporada y en su punto óptimo de maduración. Esto permitirá que puedas extraer mayor cantidad de zumo y con el máximo de sabor.
  •      Enfría la fruta antes de exprimirla. La oxidación se debe a la reacción al calor de las enzimas de la fruta. Bajar la temperatura 10 ºC disminuye esa actividad enzimática a la mitad. No obstante, la refrigeración puede afectar un poco al sabor de frutas como las fresas o el mango. Otra opción para disminuir la oxidación sería escaldar brevemente la fruta en agua hirviendo (sin llegar a cocerla).
  •      Evita la pulpa. Puede que seas de los que disfrutan la textura de la pulpa en el zumo, pero si quieres una buena conservación, debes evitarla a toda costa. Las enzimas se sirven del tejido de la pulpa para el proceso de oxidación, por lo que un buen filtrado contribuye a conservar el zumo en mejores condiciones. Utiliza un colador o tamiz de tela para lograr un buen resultado.
  •      Añade un poco de limón. Si incorporas tres cucharadas de zumo de limón por cada litro de zumo, lograrás bajar el pH y disminuir así la oxidación.
  •      Utiliza envases en buenas condiciones. Es imprescindible que las botellas que utilices estén perfectamente limpias y puedan cerrarse de forma hermética. Recuerda que el contacto del zumo con el oxígeno es el desencadenante del proceso de oxidación. De hecho, si tienes una máquina de envasar al vacío, podrías usarla para conservar mejor el zumo.

 

Pasteurizar zumos

La pasteurización es un proceso mediante el que se aplica calor a un alimento para alargar su vida útil eliminando patógenos. Es un proceso sencillo que no requiere un equipo especial. Si quieres conservar tus zumos pasteurizados, sigue los siguientes pasos:

  •      Desinfecta bien todos los envases que vayas a utilizar, incluyendo también embudos, tapas, etc. Basta con hervirlos durante unos diez minutos en una olla grande.
  •      Extrae el zumo siguiendo los consejos que acabamos de indicar y viértelo en los recipientes esterilizados. Recuerda no tocar el interior de los frascos o botellas con las manos.
  •      Introduce los recipientes en una olla con agua y pasteurízalos durante unos 30 minutos a 70 ºC.

Recuerda almacenar los zumos pasteurizados en un lugar fresco y seco, lejos de cualquier fuente de luz.

 

Smoothies

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Para conservar tus deliciosos smoothies puedes seguir también los consejos que indicábamos para los zumos. No obstante, en el caso de los smoothies puedes no solo refrigerar la fruta, sino también congelarla. La fruta mantendrá muy bien su sabor y propiedades con la congelación y además es una fantástica opción para cuando tienes mucha fruta madura y no quieres que se estropee.

Por lo demás, añade también un poco de zumo de limón a tu smoothie, utiliza envases herméticos y evita en lo posible el contacto con el aire.

Una buena opción para conservar los smoothies puede ser también congelarlos en pequeñas porciones una vez elaborados. Cuando quieras utilizarlos, no tienes más que sacar del congelador las porciones que necesites, ponerlas en un recipiente adecuado y añadir un poco de agua. En cuanto se descongelen, revuelve bien con una cuchara y ya tendrás tu smoothie listo para beber.

 

Una solución práctica

La conservación de zumos y smoothies naturales, por tanto, es una buena solución para ahorrarte tiempo y dinero, así como para aprovechar toda la fruta madura que tengas en casa. Además, estarás consumiendo un producto totalmente natural sin los aditivos de otras bebidas industriales. ¿Te animas a probarlos?

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